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El Belén, para hacerlo y admirarlo en familia

En el colegio Orvalle, por Navidad, se convoca un concurso de Nacimientos, realizados con técnicas variadas, materiales originales y sobre todo con fe, ilusión, alegría e imaginación.

Pueden participar las clases de Orvalle,las familias y alumnos de otros colegios, cada uno en la categoría que le corresponde. Es una tradición preciosa, que no se puede perder, y que cada año es acogida con un gran éxito de participación.

Por eso he querido contar lo importante y entrañable que es poner el nacimiento, cada Navidad, en mi familia.

En el armario debajo de la escalera había una caja grande, llena de recuerdos, ilusiones y magia. Todos  los años en el mes de diciembre la sacábamos  con muchísima alegría. En alguna ocasión encontramos un divertido huésped, un pequeño ratón, que la había usado de domicilio durante el verano.

Toda la familia se reunía para poner el Nacimiento, era un momento único de alegría, unión, creatividad y Fe. Había un acuerdo familiar: podíamos poner figuritas nuevas pero no quitar las existentes aunque hubieran sufrido algún desperfecto, estas eran un grato recuerdo de vivencias familiares, un balonazo involuntario, unas manitas con nervios. Teníamos alguna oveja a la que le faltaba una pata o un pastor sin mano. Estas figuras eran las más queridas.

Se sentía un olor maravilloso a musgo, serrín, escorias de la calefacción para las montañas, papeles y el mejor olor: el de la ilusión. Todos esos aromas han quedado grabados en el corazón de la familia para vivir cada día del año con la misma intensidad, fe, alegría y unión. En los momentos duros o difíciles todo esto resulta muy importante.

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Acostumbrábamos abrir cada cajita con una enorme emoción, expectantes, era como reencontrase con viejos amigos. De cada una salían figuritas y virtudes que se grababan en nuestros corazones:

  • La alegría, sobriedad y amor de la Sagrada Familia.
  • La generosidad, alegría, entrega abnegada y humildad de la Virgen María.
  • La obediencia y prudencia de San José.
  • La fe, fortaleza y generosidad de los pastores.
  • La  prudencia y sencillez de los Reyes Magos.

En Nochebuena, cuando todos juntos rezamos o cantamos villancicos junto al portal, sentimos fe, seguridad, alegría, inocencia e ilusión.

Cada año, al mirar el Nacimiento, sigo pensando en un párrafo de un libro que me causó una gran impresión:

"La noche es clara y diáfana; brillan las estrellas en el cielo. Todo está sosegado; el silencio es grato, profundo. Hay una alegría inmensa". Nace el Niño Dios, es Navidad.

Feliz Navidad familia de Orvalle y familias del mundo

En la familia todo se debe transmitir con mucho amor, aunque les separen 100 años, les une un amor inmenso.

Gracia Iturrieta,

Profesora de Primaria en el Colegio Orvalle

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